Miedo a la soledad

     Una amiga muy querida me contó  hace unos días, que estaba pasando por momento difíciles en cuanto a su estado emocional, consecuencia de haber roto con su pareja. Cabe destacar que este no le proporsionaba felicidad, por el contrario le generaba grandes insatisfacciones a nivel afectivo.

    De todo lo que conversamos me llamó  la atención que mencionara que estaba ingresando a las redes sociales para darse nuevas oportunidades, aún cuando no había superado la ruptura. No es la primera vez que esto sucede y por ello decidí  indagar un poco en el tema.

     De acuerdo con la bíblia, Dios creo a Eva para que le hiciera compañía  a Adán, esto se debió  a que había creado a  los animales en pareja y notó  que Adán necesitaba una compañera. Guiado por las santas escrituras y por patrones afectivos y sociales, el ser humano siente la necesidad de vivir en pareja, lo cual se intensifica cuando se tienen o han tenido carencias afectivas.

     Las carencias afectivas se arrastran desde la infancia, ya que las experiencias vividas en esta etapa del desarrollo humano, crean patrones de conducta que afectan la vida. No dependen de la edad, la cultura o la clase social del individuo. Las causas principales se presentan sobre todo durante los primeros años  de vida cuando hay ausencia de estimulación  afectiva, desatención por parte de la familia o un miembro de la misma, trayendo como principal consecuencia el miedo a la pérdida, a ser abandonado, inseguridad  y miedo a la soledad.

     Los adultos que viven estrés  constante y relaciones personales inestables o relaciones  conyugales conflictivas sufren del síndrome  de carencia afectiva, debido a la falta de afecto durante la infancia. Es posible que busquen llenar el sentimiento de soledad con sus relaciones de pareja y así  compensar las carencias que tuvieron en el pasado. La inestabilidad o conflictos que se les presentan, son producto de que responsabilizan a la pareja de su felicidad, ignorando que el/la unico(a) responsable de su estado de ánimo, es si mismo(a) y demostrando su incapacidad de amar maduramente.

     Enfrentar los problemas vividos en la infancia es la mejor forma de liberarse del miedo, la angustia, el dolor, la desconfianza, la ansiedad y la rabia. Todo hombre o mujer tiene un pasado lleno de experiencias vividas tanto positivas como negativas que deben ser olvidadas o dejadas a un lado para poder alcanzar la felicidad con la pareja.



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