Dímelo bonito...

     En un taller para padres la psicóloga  Urqueola del IPASME, mencionaba que los seres humanos solemos resaltar lo malo del otro, reforzando así las conductas negativas.

     ¿Cuántas  veces al año, colega docente, citamos a un representante cuando su hijo se porta excelentemente bien para felicitarlo por ello?
     ¿Cuántas  veces lo hacemos por mal comportamiento?
     Mamá, papá, ¿qué le contamos a la vecina sobre nuestros hijos, nuestra pareja o familiar?

     El psicólogo Claudio Ochoa, durante un taller de autoestima explicaba que para los niños de hasta aproximadamente 6 años,  todo es posible; debido a que ellos a esa edad aún  no han desarrollado el consciente. Que todo lo que les digamos , ellos lo creerán.

Piensa entonces en las consecuencias de las siguientes frases:
         No eres capaz
         No puedes
         Eres un estorbo
         Eres un error
         No sirves para nada

     Todo ser humano merece ser respetado y valorado, cambia esas frases por positivas:
          Tu puedes
          Inténtalo otra vez
          Me enorgulleces
          Te amo
          Eres especial para mi
          Me importas
          Confío en ti
      

     Que los niños crean que todo es posible explica el porque los varones se creen super héroes, trepando cercas y rejas, al no actuar de forma consciente no temen, contrario a los adultos... Por ello hay que ser muy cuidadosos con lo que se les dice, algunos padres le buscan novio a sus bebés, aplauden cuando bailan de forma sensual e incluso cuando dicen groserías. Siempre me he preguntado ¿Les causará la misma gracia cuando estos niños sean adolescentes? 

    A toda persona le gusta ser respetada y valorada, independientemente de la edad que tenga. Resaltar las cualidades, actitudes y aptitudes positivas del otro, le hará ser cada día  mejor. De lo contrario se llenarán  de inseguridades y miedos. 

     Si los seres humanos necesitamos llamar la atención de los demás, vale la pena sentarnos a meditar sobre aquello a lo que le estoy prestando atención. .. Reforzar lo positivo y no lo negativo como solemos hacerlo.

Ejemplo #1

     El niño  se acerca a mostrarnos un dibujo y le decimos, estoy ocupado, ya va, ahora me lo muestras... El niño molesto rompe el dibujo y allí si le damos toda la atención para reprenderle y al llegar otro familiar a la casa le contamos lo sucedido... Se portó  mal, rompió la hoja, es un grosero...

    Si se prestara atención en el momento adecuado, y se felicitara por el dibujo, se reforzaría lo positivo.
    
Ejemplo #2

     La esposa pasa todo el día cocinando, haciendo un gran esfuerzo porque no tiene gran experiencia, llega el esposo y se queja porque el arroz tiene poca sal, o porque el pollo se pasó de horno...

     Para la esposa sería importante que se le agradeciera el gesto y que de forma amable se le hiciera la observación.

     Si deseamos tener hijos que nos hagan sentir orgullosos, debemos influir en su desarrollo emocional de forma consciente, brindándoles herramientas que fortalezcan su personalidad. Dejando de lado nuestros propios temores e  inseguridades para que así ellos no repitan nuestros errores. Tengamos en cuenta que somos distintos, que sus necesidades no son las mismas que las nuestras, al igual que sus gustos, sus deseos, sus metas.

      Cuando cursaba 4 to grado, le tenía  terror al odontologo, viví  una experiencia traumática y así  continué durante años, hasta que un día conscientemente decidí darme la oportunidad de suprimir el miedo. Pese a mi experiencia, no soy yo quien le quita los dientes a mi princesa,  sin embargo no le transmito mis inseguridades al respecto, de allí su valentía  alegría cuando sabe que se acerca el ratón  Pérez.


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